Historias de impacto

Historias de impacto

Elaine

Elaine

En sólo un año, como madre soltera de cinco hijos, aprendió a gestionar sus finanzas, ahorrar dinero y mejorar su calificación crediticia. Cree que fue el regalo que Primavera le hizo el Día de la Madre, cuando recibió una ayuda financiera vital que le permitió comprar su primera casa para su familia. Todos sus hijos disfrutaron aprendiendo sobre capacitación financiera y también completaron las clases de educación financiera de Su Familia.
Chris

Chris

En 1995, era un joven adulto con problemas que descubrió una pasión por el comercio de ebanistería, gracias a dos años de dedicación a través de nuestro programa de desarrollo de mano de obra original, Primavera Builders. 24 años más tarde, se detuvo en Primavera Works para preguntar acerca de la contratación de los participantes actuales del programa para su propio negocio de ebanistería, Escalante Kitchen & Bath, LLC, con el deseo de devolver inspirando a otros a ser lo mejor en la vida. "Empieza fuerte. Mantente fuerte. Y lo más importante, termina fuerte", dijo.
Barb

Barb

Hace ocho años vivía en el cauce del río Santa Cruz. A un árbol de distancia, un antiguo participante la introdujo en Primavera. Un viernes por la noche, víctima de un delito de odio, recibió una paliza con un bate tan fuerte que acabó en el hospital. Ahora es recepcionista en Primavera, residente en los apartamentos Álamo y está acumulando crédito para comprar una casa. Es la mayor tranquilidad que ha tenido nunca. "Estoy muy agradecida de que Primavera me haya ayudado", dice. "Si no, estaría muerta".
Marcela

Marcela

Completó el programa de capacitación financiera "Su familia" de Primavera para que madres e hijas aprendieran a construir un futuro financiero saludable. Aunque sus ingresos eran demasiado bajos para obtener un préstamo hipotecario, la pusimos en contacto con nuestro socio comunitario colaborador, Hábitat para la Humanidad. Después de 200 horas de trabajo, en el plazo de un año compró la misma casa que había visto por primera vez en nuestras clases para compradores de vivienda. "Si no hubiera sido por Primavera, no habría podido hacer realidad mi sueño de tener mi propia casa", afirma.
Lemy

Lemy

Él, su mujer Macele y sus dos hijos (Chris y Shekinah) son refugiados del Congo y Sudán del Sur. Llevan casi dos años viviendo en las viviendas familiares de alquiler de Primavera Las Abeulitas. Tanto el hermano como la hermana han mejorado su nivel de alfabetización gracias al apoyo individualizado. "Qué maravilla que mi hijo diga ahora el abecedario solo gracias al programa extraescolar Las Abuelitas", dice.

Jeanne

Jeanne

Vive en los apartamentos Winstel Terrace de Primavera desde hace cuatro años. Participa activamente en el jardín, cultivando girasoles y verduras para todos los residentes. Después de haber sido discapacitada durante más de 20 años, Jeanne se siente feliz sabiendo que es independiente y capaz de cuidar de sí misma. Trabaja como voluntaria en una tienda de segunda mano y da clases de Biblia para niños en su iglesia. "Mi discapacidad no me frena. Es mi fuerza. Estoy demostrando que lo que puedo hacer no tiene límites", afirma.
Gregg

Gregg

Trabajó unos 25 años en hostelería en el Gran Cañón antes de reorientar su vida hacia Tucson. Se alojó en el Refugio para Hombres Primavera, esperando estar allí poco tiempo. Sin embargo, pronto fue contratado por Primavera como jefe de equipo residencial en el refugio y ahora disfruta cocinando en su propio apartamento, que también disfruta alquilando a Primavera. "Pienso en lo que Primavera ha hecho por mí cada día, así que ahora lo devuelvo cada día", dice.
Ilse

Ilse

Vivió en su coche durante unos meses antes de convertirse en residente del Centro de Hospitalidad y Residencia para Mujeres Casa Paloma de Primavera. Ahora está empezando a recuperar parte de la responsabilidad, independencia y estructura que dice necesitar. Continuará su educación con la beca que recibió para estudiar ciencias de la investigación. Le interesa la neurología porque le fascina el cerebro humano y su funcionamiento. "Casa Paloma es un lugar donde me siento segura. Tengo esperanza en mi futuro", afirma.
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